La información etnográfica identificaba a principios de siglo pasado el predominio de familias extensas integrada por varios hogares que compartían un mismo techo (casa plurifamiliar) que respondían orgánicamente a un jefe de casa con el que se tenían relaciones de alianza (cuñados, yernos). En la actualidad se observa una transformación importante a nivel de la estructura familiar, con una habitación predominantemente nuclear[1] (padre como cabeza de familia, madre e hijos) con escasa presencia de otros familiares de la cabeza de familia o su cónyuge y un relacionamiento espacial a nivel de la comunidad con otros miembros de la familia extensa con la que operan los lazos de solidaridad a nivel de las alianzas claniles y la fraternidad entre sus miembros.De igual forma se denotan tres aspectos de la dinámica familiar: 1) Tendencia importante de familias con jefatura femenina, en especial mujeres jóvenes; 2) Presencia de ancianos que se hacen cargo de nietos. 3) Incremento de separaciones entre cónyuges.En Puerto Nariño se vienen incrementando los casos de violencia intra familiar, maltrato infantil, asociadas a las dificultades económicas, el consumo de alcohol y a la transformación de los valores culturales. El municipio no cuenta con un sistema de registro, atención y prevención del maltrato. (EOT, 2007)
De acuerdo a los datos del PAI PFGBP, el 67,5% de las viviendas de beneficiarios del programa en Puerto Nariño vivía una sola familia, en el 17,7% de las viviendas 2 familias; en el 5% de las viviendas 3 familias, en el 2,3% más de tres familias (AZCAITA – Acción Social, PAI-PFGBP, 2007).
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